🧭 Las personas perdidas
Las personas perdidas le importan a Dios.
Él desea que sean encontradas.
En los años formativos de nuestro movimiento, el Espíritu Santo infundió en A. B. Simpson una pasión por alcanzar a quienes no conocían a Jesús, tanto en su “Jerusalén” como en todo el mundo.
Esa misma pasión sigue viva hoy en La Alianza.
🙏 La oración
La oración es la labor principal del pueblo de Dios.
Creemos que nada de valor eterno puede lograrse sin oración.
Convencido de que la oración sostiene todo ministerio, A. B. Simpson fundó una liga de oración enfocada en la evangelización mundial.
Él creía que esta Alianza de Oración sería “la fuerza más poderosa en la expansión de las misiones”; y esa fuerza nos impulsa hasta hoy.
💝 La mayordomía
Todo lo que tenemos le pertenece a Dios. Somos sus mayordomos.
Este valor es parte esencial de la estructura de La Alianza.
Enseñamos y practicamos el principio de la fe en el dar, reconociendo —como enseña la Escritura— que no importa cuánto tenemos o damos, sino que todo proviene de Dios.
(Lucas 21:1–4)
📖 La Palabra de Dios
Conocer y obedecer la Palabra de Dios es la base de todo verdadero éxito.
Si La Alianza tuviera un “versículo guía”, sería Mateo 28:19:
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones…”
Pero el versículo que sigue es igual de importante:
“…enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado.”
El discipulado bíblico y obediente es el corazón de nuestra misión.
🌍 La Gran Comisión
Completar la Gran Comisión requiere movilizar a cada discípulo completamente comprometido.
En La Alianza Cristiana y Misionera, la prioridad de cada ministro, iglesia y creyente es la evangelización del mundo.
Iglesias saludables que forman discípulos comprometidos con alcanzar a los perdidos —esto es lo que acelerará la venida de Cristo.
🔥 Empoderados por el Espíritu
Sin el poder del Espíritu Santo, no podemos lograr nada.
Como dijo el apóstol Pablo:
“Mi mensaje y mi predicación no fueron con palabras sabias y persuasivas, sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana, sino del poder de Dios.”
(1 Corintios 2:4–5)
Este es el fundamento espiritual de nuestra identidad como creyentes.
🚀 Riesgo lleno de fe
Cumplir los propósitos de Dios requiere tomar riesgos llenos de fe. Esto siempre implica cambio.
Durante más de un siglo, obreros de La Alianza han cruzado terrenos difíciles y peligrosos —muchas veces a riesgo de sus vidas— para llevar las buenas nuevas a un mundo perdido.
Gracias a su entrega y valentía, pueblos enteros han llegado a conocer a Jesús.
Este valor nos recuerda que la obediencia valiente, aunque implique riesgos, siempre trae fruto eterno.